stereo sonic

8.9.11

Tan lejos, o cerca, como puedas ver.

   La clase de hoy va sobre aceptación. Y supongo que he de ser el primero para dar ejemplo, así que allá vamos.

   De aquella época en la que empezaba un libro cuando acababa el anterior, resumiré (es decir, contaré a mi manera) lo que descubrí leyendo a Schopenhauer. Éste explicaba que el carácter de alguien lo recogía su hábito, el cual a su vez se conformaba por el modo de proceder de una persona, de actuar. Recuerdo que me hizo pensar bastante porque, si bien la 'definición' anterior resulta obvia, yo nunca me había planteado hasta qué punto elegimos nuestra forma de ser, o simplemente somos.

   De hecho, el simple hecho de elegir una forma de ser lleva consigo una determinación implícita a 'elegir' algo, a decidirse, la cual podría considerarse la esencia de esa 'forma de ser'. Pero, ¿somos entonces libres para actuar como nosotros queramos?. Muchos dirían que sí, que podemos elegir nuestra manera de comunicarnos, que podemos mostrar al resto solo la cara que escojamos, y en definitiva que nuestra imagen es creada, y entonces elegida por nosotros mismos.



   Por otra parte están los sensiblones que opinan que cada uno es como es, con sus cosas buenas y malas, con sus sonrisas y lloros, y que esa 'imagen' de la que hablan los otros no es sino hipocresía. Pues bien, entre éstos me incluyo, aunque sí es verdad que ofrezco un poco de manga ancha. 
   Opino que la esencia de las personas no se pierde, pero muchas veces se olvida. Alguna de ellas, se olvida para siempre. ¿Se pierde entonces? No lo creo, pues no desaparece. Pero se oculta, sí, asustada, intimidada, auto-rechazada,... por las otras imágenes hipócritas que esconden esencias en el mismo estado. ¿Qué tontas las esencias, eh? Se destruyen unas a otras. Igual que las personas que las portan.

   No obstante, y aunque no crea en el cambio cualitativo de las esencias, resulta idiota rechazar los cambios cuantitativos. Para comenzar uno de estos hay que identificar los defectos, y este es el paso más difícil pues implica, lo que para mí es la virtud más valorada: la capacidad de aceptación. Implica reconocerse y aceptarse con él, y tener ganas de cambio. Pongamos un ejemplo:

   Soy jodidamente bueno (o hipócrita) no viendo lo que no quiero ver. Hay gente que no puede con ello, y entonces contesta mal, discute, pide explicaciones, etc. Yo no, se caminar sobre ello, y camino una, dos y tres veces. Salto una, dos, y tres piedras. Cuando llega la hora de caer (o de ver) la hostia es impresionante. Durante un tiempo me consolé pensando que un golpe cada no se cuantos meses, es más productivo que andar arreglando el camino día a día. ¿Pero para qué engañarnos, no? Al fin y al cabo la asignatura pendiente de hoy es la aceptación. 

   ¿Qué voy a hacer? No tengo ni idea, como dije está suspensa,... pero entre tantas ganas de llorar veo las posibilidades de cambio, porque veo las de dejar de ser tan depresivo. Siento no encontrar una solución rápida, que pudiera ayudar también a quien me lea vía "saltar al siguiente blog". Pero prometo mostrar resultados cuando los haya. Tal vez lleguen con el fin del bipolarismo mencionado en las últimas entradas. Casi llevo mes y medio con él, y alguien me dijo hace poco que nada es para siempre.

5.9.11

Your last daydream is slowly unreeling.

   Qué mezcla de sentimientos más rara tengo, cuántas cosas pasan por mi cabeza, qué ganas de sonreír y llorar, cuánto bipolarismo experimento últimamente. 

   Haré un esfuerzo para separar y ordenar ideas, y veremos si podéis entenderme. Pasé el fin de semana en Lisboa, y han sido unos días realmente geniales. Cuando acabé el tercer examen el viernes, tenía esa sensación de "Dios, quiero olvidarme ya de ellos", pero resultaba difícil desconectar. Pues bien, ya no los recuerdo, así que si el objetivo era ese se cumplió con muy buena nota. 


   Como en principio tenía pensado estar solo el sábado, daba por hecho que iba a tener tiempo para pensar, dar un paseo tranquilamente, escuchar música y hundirme en mis pensamientos. Pero conocí un japonés con el que pasé la tarde, y no tuve ocasión de pensar nada. La mejor parte de este viaje express llegaba por la noche, y al volver después de comer a Madrid no pude hacer otra cosa sino dormir. 

   Soñe mucho y curiosamente soñé que escribía una entrada triste en el blog. .. por muchas razones, pero que no vienen a cuento ahora. Lo importante es que al despertar de esa especie de pesadilla en la que me sentía un poco mal, me acordé de los dos días tan molones que había pasado, me alegré de estar tumbado en mi cama, y de que no hubiera sentimientos tristes en mí ahora mismo. 

   Se acaba el verano, y aunque siempre me gusta en cierta forma que esto pase (porque me encantan las bufandas), este año me da más pena que nunca. Ha sido mi segundo verano estudiando, pero pensándolo fríamente, le da mil vueltas al verano pasado. Me gustaría volver a junio.... y sí, empezar a estudiar de nuevo. Teniendo en cuenta que en menos de dos semanas acabo, decir eso puede resultar jodidamente freaky, pero desearía tener una segunda oportunidad para exprimir cada uno de los momentos que se han pasado. 


   Hace frío en Madrid, apetece taparse también para la siesta. En algún momento del fin de semana se que le dije a Pablo que me venía a la cabeza esa canción de "Creo ver la lluvia caer, en mi ventaaana te veo pero no está lloviendo...". Y con esto y la canción de Pitbull que dejé hace un par de semanas soy consciente de que terminé con toda la reputación musical que tal vez había acumulado mi blog, pero tengo tantos momentos moñas últimamente, y desgraciadamente cada vez me gustan más. 

   Quedamos entonces en que empezará pronto el otoño, y eso sí, y como todos, toca empezarlo solo. Seguiré dando esos paseos que tanto me gustan, y añadiré otro par de bufandas a las que tengo. Quiero que una sea de Ana, y como perdí otra suya el octubre pasado en Salamanca, le compraré dos. Voy a ponerme un cafe, y a disfrutar del edredón esta noche. Voy a abrazar la almohada, y a darle besitos porque se que no se quejará nunca. Y Voy a despertarme mañana temprano para poder ver una peli antes de levantarme de la cama.