Últimamente me llaman tantas veces raro, que me lo creo.
Es viernes. Siempre estoy muy contento los viernes durante todo el día, intentando animar a la gente que me rodea. Llega el fin de semana, y aunque solo sea para solucionar cada uno sus problemas, tenemos algo de tiempo libre (los que habituamos a tener clase entre semana). Hasta algunos jueves por la noche empiezo a estar optimista. Pero esta semana ha sido larga, y he llegado al viernes cansado y sin ganas de estar contento.
Además, tengo un serio problema del que estos días, por las circunstancias que sea, he sido más consciente. Soy raro. Soy raro y creo que no se soluciona con drogas. Cuando estoy con gente que el resto de gente considera normal, lo noto. Pero cuando estoy con gente que yo considero normal, también lo noto... porque son un poco más raros que yo y entonces tampoco estoy a gusto. ¿Soy raro o es que no soy social?
El caso es que hay un número reducido de gente con la que sí que estoy a gusto. Tengo que preguntarles si ellos me consideran o no raro, porque en el caso de que así sea, me lo tomaría muy en serio... y empezaría a drogarme (debo intentar al menos curarme). Mientras escribo ésto, hoy viernes y no contento, miro al corcho donde tengo recuerdos de la gente con la que estoy a gusto.
" ¡¡ MUCHAS FELICIDADES PEQUEÑO !! [...] ¡Venga, vamos a ver si por una vez vomitamos sin ir borrachos o tener gripe! :) "
Comentario extraño donde los haya. Escrito por una de esas personas a las que iba a preguntar, pero que, una vez leído lo escrito, no parece que sea necesario. Aprecio a mi amiga Ana porque es igual de rara que yo, y sí, también está en la edad del pavo sexual (me lo ha confirmado). Hoy es viernes y no hablaré con ella porque saldrá de fiesta, pero si lo hiciera, volvería a estar contento... estudia psicología.
Salgo de la habitación a por un vaso de agua. Huele a porro. Hay un hombre con coleta potando en el pasillo... va de vómitos y rarezas la noche. Mis compañeros de piso están drogados (drogados suavemente, o con drogas suaves), ¿se intentan curar? Me río mientras le veo vomitar.
Después de pensar en Ana y ver fumados a mis compañeros de piso, me siento menos raro. Ahora es cuando me doy cuenta de que, cuando no tengo cerca a la gente que quiero, pienso que no encontraré a más como ellos. Pienso que no encontraré a gente que acepte mis rarezas. Ese miedo a no saber relacionarme me crea inseguridad, y esa inseguridad (vale sí, motivada por algunos de mis gustos) hace que no esté contento. Pero al igual que yo, hay más gente rara que piensa lo mismo, y serán ellos con los que me acabe cruzando.
Hoy he conseguido estar contento sin necesidad de llamar a Ana, y eso hace que me sienta aun mejor.
Gracias Ana.
[Aquí debería sonar Adam Green - Drowning Head First... pero no está en youtube... así que bajárosla si la queréis escuchar, merece la pena]
P.D.: reedito la entrada para informar de que la ambulancia acaba de venir a por el chico de coleta.