Esta tarde he ido al pueblo con mi hermana y mis padres a ver a mis abuelos. Mi abuelo se ha puesto muy contento porque está criando canarios y necesitaba a alguien con mejor pulso que él para ponerles anillos en las patas. Por eso, después de comer nos hemos ido a la huerta para ver a los canarios (la huerta es una especie de finca con un edificio-casa donde mi abuelo de joven criaba gallinas y donde ahora ha hecho una pajarera; también hay un huerto).
Al montarme en la furgoneta he notado otra vez en el estómago eso que hace no mucho tiempo no había sentido nunca, y que desde hace un año parece que me persigue.
- Abuelo, ¿te acuerdas cuándo fue la última vez que me monté contigo en la furgoneta?
- No, pero hace un par de veranos por lo menos.
En realidad había sido hace dos otoños para ir a vendimiar. Entonces todavía no estaba estudiando en Madrid.
Al montarme en la furgoneta he notado otra vez en el estómago eso que hace no mucho tiempo no había sentido nunca, y que desde hace un año parece que me persigue.
- Abuelo, ¿te acuerdas cuándo fue la última vez que me monté contigo en la furgoneta?
- No, pero hace un par de veranos por lo menos.
En realidad había sido hace dos otoños para ir a vendimiar. Entonces todavía no estaba estudiando en Madrid.
Ha sido muy bonito ver a la mamá canaria dar de comer a pequeñas bolas rositas con ojos grises. Después hemos dado un paseo. Hemos seguido el recorrido de siempre junto al río, solo que esta vez me ha parecido más corto, no he cogido piedras para intentar dar a las ranas, y tampoco he cogido margaritas para mamá.
Ahora estoy en el coche de vuelta a casa. Esta noche tengo que salir a despedirme de Paula y Ana. Los tres empezamos a ser amigos cuando teníamos tres años… ahora ellas dos solo se saludan, pero yo se que se guardan mucho cariño. Mañana tengo que hacer la maleta, y el lunes vuelvo a Madrid.
Sé que es donde tengo que estar, que allí soy lo más feliz que puedo ser, pero me falta algo, o me falta gente. ¿Por qué en Madrid no soy capaz de encontrar amigos como los de “toda la vida”? Con estos no tenía apenas cosas en común, y con los de Madrid comparto estudios, aficiones, etc.
Sin embargo, no son tan amigos.
Tenía muchas ganas de irme a estudiar fuera, y ahora me siento logrodependiente.
Me prometo intentar no pensar más en ésto, al fin y al cabo se que no quiero volver, y hace que suene a viejo. Supongo que simplemente, y de vez en cuando, es bueno volver a casa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario