stereo sonic

15.5.11

Your confusion, my illusion.

   A veces reúno tantos sentimientos que soy incapaz de ordenarlos y hablar sobre uno de ellos. Si a eso le sumo que había olvidado tanto mi dirección de gmail como la contraseña asociada a la cuenta, puedo excusarme por llevar más de diez días sin actualizar. 

   Ésta última semana he descubierto que estoy perdiendo la capacidad de dormir. Definitivamente el antiguo reto de "a las 00:00 a la cama" ahora se llama "por favor que a las 4:00 esté dormido". No obstante, confío en mi también antigua capacidad para en fechas de exámenes ser capaz de dormir a las 21:00-23:00. Pero, ¿a quién le interesa eso?



   Viendo esta noche 500 Días Juntos, por recomendación de Pablo,  me he dado cuenta de que me gusta una faceta de mí mismo. Comparto con el protagonista muchos puntos de mi carácter: he crecido pensando que nunca seré feliz hasta que encuentre el amor de mi vida, y es que pienso que no se puede ser feliz sin amor; a veces distorsiono la realidad... y solo veo lo bueno; hablo demasiado, cojo rápido confianza con quien tal vez no debería, y me creo expectativas. 
   Todas estas cosas hacen que tenga una imagen de mi un poco moñas, que trate de ser prudente con la relación que establezco con la gente, y que me ponga siempre en el peor de los casos para no llevarme desilusiones.

    Al principio, estas precauciones resultaban fáciles de llevar a cabo e incluso prácticas. Pues bien, ahora las encuentro inútiles (cuando me toca darme una hostia, me la doy igual) y dolorosas. Hacen que reprima muchas de las cosas que haría o que diría, y con el paso del tiempo me doy cuenta de que acabo reprimiendo también pensamientos. Pero esta forma de actuar está reflejada en la película por un chico guapo, y resulta bastante más fantástica de como yo la veo sobre mí mismo.

   No me parece buena idea construir un muro con lo que rechazas de tu pasado, con las cosas sobre las que te cuesta hablar, con tu dolor... y que sea un hecho romántico el compartirlas con alguien. No me gusta que ese sea el momento más bonito de muchas películas "cuando al final confían plenamente el uno en el otro",  ni que el personaje que decide contarlas parezca de repente super interesante. 
   Me parece más romántico que puedas hablar sobre tus temores con alguien sin necesidad de esperar a una duodécima cita, y que el beso de esa cita no tenga que ir precedido por las lágrimas de haber narrado/escuchado una historia triste. Todos tenemos historias tristes, y sin embargo, eso tampoco nos hace interesantes. 

   Quiero seguir siendo sincero en lo que a mostrar mis sentimientos se refiere, más que nunca creo firmemente en la posibilidad de ser transparente, en dejar de ser prudente y de tener miedo a quien se pueda asustar de lo que vea. Lo que ve es lo que soy, y será mejor verlo pronto que tarde, porque guardármelo... tampoco me hace más interesante. 

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