stereo sonic

28.7.11

The whys and hows.

   A veces nos subimos a trenes de los que no podemos bajar. Oímos pero no escuchamos las indicaciones de los que ya recorrieron el camino, ni de los que desde la estación nos informan de las consecuencias del viaje. Nunca nos gustó pensar en las consecuencias. ¿Por qué tiene tanta luz este día tan sombrío? 



   Nos limitamos a avivar el ardiente fuego que sobre carbón le hace avanzar, y a sentir el vértigo que nos recorre cuando miramos desde lo alto de la locomotora. El mismo vértigo que nos mantiene vivos, y nos hace ser humanos... y también equivocarnos. ¿Pero quién no arriesga? ¿O promete? ¿O se equivoca?

   Y mientras pensamos en las consecuencias, y el miedo a fallar está atento a las próximas estaciones, el tren avanza tan rápido que solo el fin de las vías, o los rayos de una tormenta de verano podrían pararlo. Hemos perdido el control y dejado de ser maquinistas. Ahora somos magos, mágicos. El  accidentado carbón ya no juega ningún papel en el viaje. Nuestro único miedo: que los rayos que con nuestros abrazos invocamos cada día, provoquen una tormenta en vez de impulsar los vagones... y que, paradójicamente, paren el tren. 

   

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